Sin ataduras
SIN ATADURAS Reconocí, entre almas, el latido sanador de tu piel brillante, en esta noche que pretendía ser profunda. Y en tu pecho brotaron pétalos de rosas amarillas, entre mis dedos de luz, disolviendo cualquier duda. Y alborotados volaban tus brazos como alas blancas, caminando por los pliegues de mi espalda desnuda. Besos y susurros … Leer más
